QUMIRANKA: LAS FUERZAS QUE AZOTARON A PERÚ

El fenómeno del Niño es una alteración océano-atmosférica conocida, que sucede cada 3 a 8 años o cada 10 a 11 años, ya que no siempre es cíclico y sin un patrón estándar; sucede cuando se calienta el Océano de nuestras costas por el traslado de las corrientes provenientes de las costas del Pacífico Occidental, las ondas calientes u ondas Kelvin, y ocurre en diferentes grados de intensidad. Es por eso que luego de que aparece uno fuerte e intenso, el Perú olvida que este fenómeno aún continúa.

Suele aparecer con incremento de nubosidad, lluvias torrenciales que generan inundaciones, desborde de los ríos, deslaves o huaycos, que ocasionan derrumbes, destrucción de viviendas, aislamiento de ciudades, afectando las actividades pecuarias, agrícolas y pesqueras, y puede conllevar a la pérdida de vidas humanas y de animales.

Pero puede ser prevenido ya que demora de 3 a 4 meses durante el traslado de las aguas cálidas hacia las costas de Perú.

Pero, ¿Qué pasó esta vez?, ¡Nadie se lo esperaba!

Los últimos sucesos que azotaron a Perú de forma intempestiva y que se ha sentido en los últimos 2 meses y medio, se debieron, según el Dr. K. Takahashi, a los cambios bruscos de los vientos del Norte que trasladaron corrientes cálidas desde el Ecuador hacia las zonas costeras, un fenómeno conocido como “EL NIÑO COSTERO”.

Este fenómeno es diferente de “El Niño Pacífico Central”

El aumento de la temperatura de las zonas costeras del océano Pacífico se debió por la variación de la humedad, lluvias, pero sobre todo por el ingreso de los vientos centroamericanos cálidos que se trasladaron hacia el sur y al no encontrar ninguna barrera, es decir, vientos alisios débiles, el anticiclón del Pacífico Sur; éstos calentaron los mares hasta los 29°C. Al ser superficial, se evaporaron fácilmente, produciendo intensas y constantes precipitaciones. Sucediendo este fenómeno únicamente en las costas de Ecuador y Perú.

Este fenómeno ya tuvo ocurrencia intensa en los años 20, pero se pensaba que se trataba de otro niño.

Fuente: https://es.mongabay.com/wp-content/uploads/sites/25/2017/03/pto_Chicama_Ken_mongabay1.png

También tuvo coincidencia con El Niño, es decir El Niño y El Niño Costero ocurrieron al mismo tiempo en 1998.

En Perú, las regiones más afectadas fueron en el norte Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad; en el centro Ica y Lima; en la Amazonía Amazonas y San Martín, entre otras. (Mongabay 2017).

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Ni%C3%B1o_costero_(2016-2017)#/media/File:Zonas_afectadas_por_el_Ni%C3%B1o_Costero_2016-2017.png

Lo más importante a destacar es que Las ciudades se asentaron en lugares no apropiados para un crecimiento poblacional, invadiendo el trayecto natural en donde ocurren peligros naturales, como lo indica el Dr. H. Tavera. Es por eso que la denominación de “desastre natural” debe ser corregida a únicamente “desastre”, porque este es un evento, consecuencia de una mala gestión ante un peligro natural.

Ahora bien, esto no fue pronosticado por videntes; estos son hechos que seguirán ocurriendo, porque la naturaleza continúa con su ciclo, como es normal.

¿Qué pasó con el agua?, ¿Fue sólo un susto?

La escases temporal del agua, por la contaminación de las plantas de tratamiento, no lo fue; puede volver a suceder y se debe prevenir. Se debe tener siempre una reserva adicional de agua en el hogar, usar de manera eficiente el recurso, evitar el consumo de agua embotellada, controlar nuestra huella hídrica.

¿Qué puedo hacer?

Para Prevenir:

· Infórmate
· Construye tu hogar en lugares de menos probabilidad de riesgo de peligros, es decir, no en laderas de cerros, ni pendientes, ni riveras de los ríos, ni cerca al mar.
· Racionaliza el agua.
· Ten a tu alcance un Pack de supervivencia y de primeros auxilios.

Para a Ayudar: